Por: Raziel Roldán
En 1971, una obra vanguardista para su época se iniciaba en Xalapa, la Torre Cinética, ubicada entre el Gimnasio Universitario y el Estadio Xalapeño, fue apoyada por el entonces gobernador Rafael Murillo Vidal, una antena de una estación de radio sirvió como base para iniciar su construcción.
Ésta consistía en un conjunto de luces y sonidos con piezas movibles por un sistema eléctrico, que convertía la zona universitaria en un espectáculo sui géneris para todo aquel que pasara por la zona.
La música clásica de Arnold Schoenberg y la electrónica del músico japonés Isao Tomita, aunque también se escuchaba en ocasiones música popular de esa década.
Este lugar se convirtió pronto en un sitio turístico obligado de visitar a la par del Paseo de Los Lagos, el Cerro de Macuiltépetl o el Museo de Antropología, que atrajo a cientos de turistas y a los mismos xalapeños, que día con día llegaban a visitarla.
Aunque tuvo sus detractores, la Torre Cinética es recordada con nostalgia por los xalapeños y turistas que alguna vez llegaron a presenciar el espectáculo vanguardista
La nostalgia y anhelo por verla funcionar
Don Lázaro Martínez asegura recodar la Torre Cinética, pues antes de llegar a vivir a la ciudad le resultaba un atractivo muy importante, por lo que considera que Xalapa necesita más de ese tipo de obras.
«Xalapa es una ciudad cultural y que mucha gente busca ese tipo de esculturas que en la actualidad existen muy pocas, de hecho, casi no, contadas» dijo.
Aseguró que esa obra era un símbolo de Xalapa, toda vez que resultaba atractivo y causó mucha novedad para todo aquel que visitaba la capital veracruzana.
Por su parte, el señor Mateo Gutiérrez asegura que sí llegó a ver esa escultura, sin embargo, señala que por falta de estudio no estaba enterado de su función.
«Pasábamos, la veíamos y nos sorprendía ver todo lo que contenía, pero nunca supimos cuál era la razón».
De igual forma cree que ese tipo de obras sirven para atraer más turismo para Xalapa, por lo que espera se retomen o regresen algunos de esos proyectos que resultaban atractivos de la ciudad.
Ana Hernández tiene 28 años por lo que asegura no recordar haberla conocido o visitado, sin embargo, a través de las redes sociales y a grupos que comparten fotos de la antigua Xalapa, es como sabe de ella.
Señaló que en Xalapa debería haber un lugar especial que haga sobresalir a la Atenas Veracruzana y con esos atractivos la ciudad podría contar con más visitantes.
Construir la única en Latinoamérica; una labor no apta para todos
Nadie vivió más de cerca la experiencia de la Torre Cinética que las personas encargadas de su construcción, Don Brigido Murrieta fue parte esencial de su creación, pues a sus 16 años trabajó como ayudante junto con otros nueve trabajadores, en realizar la estructura durante cuatro meses.
El entrevistado señaló que esas figuras tenían movimiento, por medio de electricidad y sacaban sonidos «la gente al escuchar eso no le entendía, pero al combinarla con música clásica o rock u otro tipo de música popular se escuchaba muy bien».
De igual forma asegura que él tenía conocimiento de que existían solamente tres réplicas de la Torre Cinética en el mundo, una que se encontraba en Francia, otra en Canadá y la de Xalapa.
Una anécdota que recuerda es que ellos no utilizaban las medidas de seguridad que otorgaba la empresa y le gustaba estar en la parte alta, sin embargo, ese no era trabajo para todos, pues recuerda que en alguna ocasión el arquitecto argentino Marcelo Murandín se vio en la necesidad de verificar la obra desde la parte de arriba y tuvo tanto miedo que «mojó» los pantalones.
El ex trabajador de la escultura recuerda que a pesar de que a mucha gente le gustó, había otra que no apreciaba el arte y no entendían la estética ni su función.
Finalmente dijo que recordar esa obra le genera un contraste de emociones pues por un lado le da un sentimiento positivo el haber sido parte de esta construcción y por otro lado, el negativo de saber que esa obra fue dejada a su suerte, para finalmente ser retirada y abandonada.
Las redes sociales la traen de regreso
Muchas personas desconocen de la existencia de esta obra de arte que revolucionó la parte cultural de Xalapa, incluso a las que les tocó presenciarla no la recuerdan, pero gracias a las redes sociales como Facebook y Youtube es que a través de fotografías y videos podemos tener un «vivo» recuerdo de lo que fue.
Los comentarios en las publicaciones indican que muchos xalapeños la recuerdan con cariño y la ponen como un ejemplo de que existen proyectos para atraer turismo, sin embargo, la falta de interés por parte de los encargados por preservarlos y darles mantenimiento ocasiona que a su paso por la ciudad sean fugaces.
Xalapa tuvo la oportunidad de preservar una escultura casi única y de mayor atractivo en todo habla hispana, la propuesta de varios ciudadanos es retomar ese tipo de obras o crear nuevas para que exista más turismo y con ello más derrama económica en la ciudad.