Por: Anilú Ingram Vallines | Columna
Soy una convencida de que es en la suma de esfuerzos como podemos dar solución a los grandes males que nos aquejan no solo en Veracruz, sino en todo el país.
Sin duda alguna, la violencia y el suicidio son más recurrentes entre un buen porcentaje de nuestra población y, autoridades, representantes populares y ciudadanos, tenemos que combatirlos.
Les doy unos datos: la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021 indicó que la prevalencia de violencia en las escuelas contra las mujeres de 15 años de edad y más, es de 32.3 por ciento.
Y ojo: 20.2 por ciento de las encuestadas manifestó haber vivido violencias escolares en los últimos 12 meses, como el acoso sexual con 13.7 por ciento; la psicológica, con 12 por ciento; y la física, con 4.6 por ciento. Ahí está el caso de Norma Lizbeth, de 14 años, que murió en marzo pasado víctima del bullying que le hacía una compañera de su secundaria en Teotihuacán.
En lo que se refiere al suicidio, el INEGI reveló que es la cuarta causa de muerte entre jóvenes de 15 y 29 años. Es innegable además que el suicidio se ha incrementado a raíz de la pandemia, por eso agradezco la reciente invitación que me hizo el presidente municipal de Ignacio de la Llave, Andrés Chacón y la presidenta del DIF Municipal, Delia Uscanga, para impartir una charla a la que denominé “Hablemos sobre prevención de suicidio y ciberviolencia”. Más gusto me dio tener una nutrida participación de jóvenes en esta plática en la que les enfaticé la importancia de erradicar la violencia en todas sus formas, pues ser víctima es un factor de riesgo para la conducta suicida.
También les hablé de que la atención a mujeres y jóvenes debe ser oportuna y por parte de expertos, para evitar que una situación se convierta en una lamentable estadística. Hay que decirlo claro y en español: a la salud mental de la población hay que destinar más recursos y esfuerzos.
Y no, no son situaciones lejanas en nuestros 212 municipios veracruzanos; por el contrario. Ahí, en Ignacio de la Llave se han dado desafortunadamente algunos casos de suicidio en jóvenes.
Tampoco de trata de satanizar a las redes, pero sí debemos ser vigilantes de cómo las y los menores de edad las utilizan. Por eso siempre acepto los espacios que me abren en escuelas, universidades y hasta con personas mucho más adultas, para hablar de la ciberviolencia y cómo todos podemos enfrentarla.
Al final, se trata de que todas y todos construyamos e impulsemos una agenda de fondo que atienda, solucione y procure una mejor calidad de vida para las personas, en todo Veracruz.