Por Yair Ademar Domínguez | Columna
La elección del 2024 en México es clave para el desarrollo del país. Están en marcha dos visiones, dos proyectos, dos maneras de entender la política. En uno, como en la novela de El Zarco, de Ignacio Manuel Altamirano, se encuentra un grupo de bandidos, de holgazanes y viciosos, que han encontrado en el saqueo del país, su forma de vida, su modus vivendi, como dicen los especialistas. Del otro lado está el proyecto de empoderamiento del pueblo, de regresarle a la gente la patria que les pertenece.
No es una lucha fácil porque lo que está en juego es mucho. Los conservadores, acostumbrados a ser amos y señores, de pipa y guante, ahora quieren vestirse de pueblo, andar en bicicleta, decir que son fruto de la cultura del esfuerzo. ¡Falso! Vienen por lo que estaban acostumbrados, por el poder para servir a sus empresas, a sus allegados, a sus súbditos. De pronto les dio miedo ver que el pueblo tomara el control de este país.
En El Zarco —regresamos a Altamirano—, lo mismo que en La Navidad en las montañas y Clemencia, Altamirano plantea una visión del México de esa época (fue escrita entre 1887 y 1889) y propone el surgimiento de una Nación armónica, sin racismo, sin desigualdades económicas, dirigida por un gobierno central, en donde contempla la propiedad privada y la división salarial como pilares de dicha sociedad. Ahí, en Yautepec —así finaliza la novela— cayeron abatidos por las balas El Zarco, la figura del parásito social de la época, del ladrón holgazán y vicioso.
La Cuarta Transformación del país que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador vino a subvertir el orden de las cosas, a poner al pueblo en la cúspide de la pirámide, como lo hemos dicho en muchas ocasiones y el proyecto de continuidad que el pueblo ha pedido, dando respaldo a la doctora Claudia Sheinbaum Pardo busca justo eso, que los corruptos del pasado inmediato no regresen por sus fueros. Dicen que han cambiado, dicen que ya no son los mismos, pero nadie les cree.
El Plan C
Este domingo en Oaxaca, la doctora Sheinbaum recordó, durante la Firma del Acuerdo de Unidad de la Transformación, que se debe aplicar el Plan C del que ha hablado el presidente López Obrador. ¿De qué se trata? De ganar el próximo 2 de junio, no sólo la presidencia de la República sino la mayoría calificada en el Senado, la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, las gubernaturas de los estados y todas las Presidencias Municipales del país.
De lo que se trata no es de ganar por ganar sino de ganar para servir, para consolidar el proyecto de la 4T en el país. “Nosotros debemos profundizar la transformación, nosotros queremos que los ministros de la Suprema Corte Justicia de la Nación sean electos por el pueblo de México y para que eso ocurra tenemos que cambiar la constitución”, aseveró.
La elección que está en marcha es clave para la consolidación del proyecto de nación que inició el presidente Andrés Manuel López Obrador. Estamos hablando de 20 mil cargos de elección popular en todo el territorio nacional; de 128 senadores, de 500 diputados federales, de nueve gubernaturas y de los integrantes de 31 congresos locales.
Las urnas esperarán a más de 97 millones de mexicanos. Queremos ahí a hombres y mujeres libres, que amen a su país, que estén dispuestos a cerrarle el paso a los saqueadores de siempre, que sean dique, contención, fuerza para darle continuidad a esta transformación que vino a darles su lugar en la historia de este país. Ya no queremos a los mismos, ya no queremos a esos lobos disfrazados de corderos. Ahora el pueblo es el protagonista de esta historia de transformación. No hay ninguna duda.
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