Hora cero | Luis Alberto Romero | columna
En el Congreso de Veracruz, este miércoles quedaron conformados los cuatro grupos legislativos; Morena, fuerza mayoritaria en la Legislatura estatal; y los partidos Acción Nacional, Verde Ecologista de México y del Trabajo.
Previamente, en la sesión de instalación se integró la Mesa directiva, que es presidida por Tanya Carola Viveros (Morena); e integrada por Tania Cruz (PVEM) y Felipe Pineda (Morena).
Las coordinaciones de las bancadas en el Congreso veracruzano son presididas por Esteban Bautista, de Morena; Carlos Marcelo Ruiz, del PVEM; Ramón Díaz, de PT; y Enrique Cambranis, del PAN.
Morena y aliados cuentan con la mayoría en la Legislatura que inicia en Veracruz, dado que a los 30 legisladores de Morena se suman los 6 del Partido Verde y los 5 del Partido del Trabajo.
La presencia de la oposición es sólo testimonial: una bancada del PAN con cinco integrantes; y cuatro diputados sin grupo legislativo: dos de Movimiento Ciudadano y dos más del Partido Revolucionario Institucional.
Un legislador de MC, Adrián Ávila, y otro del PRI, Héctor Yunes, podrán participar en las reuniones de la Junta de Coordinación Política, donde tendrán voz, pero no voto.
La entrante Legislatura arrancó funciones el pasado martes 5 de noviembre con el reto de superar los resultados y la productividad de los anteriores diputados.
En ese contexto, la principal característica del nuevo Congreso es la aplastante mayoría de la 4T y la disminuida presencia opositora en Veracruz, reflejo de los resultados de las elecciones del primer domingo de julio.
El uso racional del agua en la industria, un deber ineludible. El cambio climático y la escasez de recursos naturales son una preocupación global; por eso, el uso racional del agua se convierte en un imperativo para las empresas de todos los sectores. Esto se hace particularmente relevante en las industrias agrícolas y pecuarias, donde el agua es fundamental para sostener la producción de alimentos.
Granjas Carroll de México (GCM) destaca como un ejemplo de esta racionalidad en el consumo de agua, utilizando aproximadamente 19 metros cúbicos de agua para producir una tonelada de carne de cerdo, una cifra considerablemente baja en comparación con otros productos esenciales en la agricultura.
Para comprender mejor el impacto de este dato, resulta ilustrativo comparar el uso de agua de GCM con el de algunos cultivos básicos: en la producción de una tonelada de maíz, un cultivo clave en la dieta tanto humana como animal, se requieren alrededor de 1,222 metros cúbicos de agua.
El cultivo de papa, otro alimento fundamental, exige cerca de 380 metros cúbicos de agua por tonelada. Incluso el brócoli, un vegetal conocido por sus propiedades saludables, implica un consumo elevado, con aproximadamente 212 metros cúbicos de agua por tonelada.
La eficiencia en el uso del agua de GCM cobra relevancia, especialmente si consideramos que este recurso se destina a un producto de alto valor proteico y fundamental en la alimentación humana.
A pesar de este bajo consumo, la empresa está comprometida con una mejora continua en su gestión hídrica, implementando tecnologías que reducen aún más su huella hídrica y de carbono.
Este esfuerzo es fundamental, pues sitúa a GCM no solo como una productora responsable, sino también como un modelo a seguir en la producción agropecuaria.
@luisromero85